El total de financiaciones en pesos al sector privado ascendió a 2.037.908 millones de pesos. Los préstamos comerciales han crecido 95.919 millones de pesos.
La financiación en pesos a los privados creció 4,2% en los primeros treinta y un día de aislamiento social, preventivo y obligatorio y los créditos comerciales saltaron un 16,4%.
Los préstamos comerciales han crecido 95.919 millones de pesos, lo cual implica una expansión de las financiaciones del 16,4%, debido a los nuevos créditos otorgados y la disminución en las cancelaciones ante la baja de ingresos de gran parte de los actores económicos.
Según los saldos publicados por el Banco Central (BCRA) al 20 de abril de 2020, el total de financiaciones en pesos al sector privado ascendió a 2.037.908 millones de pesos, arrojando un crecimiento durante los últimos 365 días de 515.384 millones, es decir, un 33,85% más.
Esto implica todavía un crecimiento muy por debajo de los indicadores de inflación del año, por lo que se está en presencia de un retroceso de los saldos en términos reales, dice un análisis de First Capital Group.
Sin embargo, si se analiza la variación del período de 31 días que va desde el 20 de marzo, justo desde el inicio del Aislamiento Social Obligatorio, hasta el 20 de abril, representa los valores alcanzan un crecimiento de 81.904 millones equivalente a un incremento del 4,2%, por segundo mes consecutivo el crecimiento de los valores está en el orden del 4% al 5%.
“Este efecto claro debemos atribuírselo en parte a los grandes cambios que introdujo el combate al COVID-19 en el sistema financiero y económico de nuestro país”, explicó Guillermo Barbero, socio de la consultora financiera.
Sobre el salto en materia de créditos comerciales, Barbero dijo que las causas de este aumento no solo debemos atribuirlas a los nuevos créditos otorgados (o autoliquidados por los clientes como en el caso de los adelantos en cuenta corriente) sino también a que disminuyeron las cancelaciones de préstamos ante la baja de ingresos de gran parte de los actores económicos.
“Además aquellos sectores que no sufrieron una pérdida total de ingresos igualmente priorizaron quedarse con fondos líquidos antes que cancelar deudas ante la incertidumbre que genera el contexto económico”, aseguró Barbero.